La empresa alemana Knauf, que se dedica a la fabricación de placas de yeso laminado y materiales de construcción, ha presentado nuevamente un Estudio de Impacto Ambiental para operar en el Cajón del Maipo, colindando con el nuevo Parque Nacional Glaciares de Santiago. Esto, luego de que en 2022 el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) Metropolitano colocara fin al proyecto “Planta Paneles de Yeso y Ampliación Cantera Rubí” de la transnacional en la comuna, en gran parte, gracias a la campaña de protección del gato andino.
Por Francisca Inostroza
Argumentando que el proyecto debe someterse nuevamente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental por tratarse de una modificación de proyecto, y debido a que modificaron la duración de los impactos ambientales del mismo, la empresa Knauf presentó este mes de marzo pasado un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para operar en el Cajón del Maipo y Puente Alto.
En la ficha del proyecto presentada para la Planta Paneles de Yeso y Ampliación Cantera Rubí, explican que tienen como objetivo ampliar la explotación actual de mineral de yeso en el Yacimiento Rubí, en un proyecto de 57 años una vez iniciada la operación. Esperan además localizar la planta según la ubicación del depósito mineral, considerando las Comunas de San José de Maipo y Puente Alto, pertenecientes a la Región Metropolitana.
En 2022, Pilar Valenzuela, coordinadora y vocera de la campaña Queremos Parque – hoy conocida como Queremos Tupungato – ya había mencionado las problemáticas de avanzar con un proyecto de este tipo en el sector.
“Creemos que este proyecto no es compatible con la cuenca principal de Santiago, con la ciudad más grande del país y su jardín de juegos. Hacer, hoy en día, minería como esta en el Cajón del Maipo es inviable”, dijo en esa oportunidad Valenzuela.
En ese entonces, la campaña #QueremosParque realizaba su trabajo para declarar 142 mil hectáreas fiscales como parque nacional, de las cuales en 2023, solo se logró la mitad. El proyecto de la empresa alemana se encuentra en el corazón de esas hectáreas, pero de la parte que no se logró incluir en el Parque Nacional Glaciares de Santiago. Por lo tanto, hoy, las organizaciones nuevamente se preocupan por la aprobación de dicho proyecto.
En este sentido, la ubicación del yacimiento es crucial para comprender las críticas y resquemores de los cajoninos. El proyecto está rodeado por 2.500 hectáreas de glaciares (12 km a la redonda) y el más cercano a tan solo 2 km. Por otro lado, se encuentra en una zona geológicamente inestable: el gran “Aluvión del Alfalfal” de 1987, como es conocido el mayor evento aluvional que ha conocido San José de Maipo, se produjo por un desprendimiento de suelo en el estero Parraguirre, misma zona donde se ubica la cantera de Rubí.
Este proyecto contempla la construcción y ampliación de distintas instalaciones. La cantera de la mina el Rubí se encuentra a 3.000 metros de altitud, a 19 km al noroeste de El Alfalfal. Debido a la altura a la que se encuentra, durante invierno la nieve imposibilitaría la operación de la cantera y para mantener la producción anual tendrá un área de acopio de yeso en Los Maitenes, al que recurrirán por materia prima durante la mitad del año.
Ya sea desde la cantera o desde la zona de acopio, el material extraído llegaría mediante camiones tipo tolva con capacidad de 30 toneladas hasta la planta de producción de paneles de yeso ubicada en el sector industrial de Puente Alto, cercana al límite con Pirque y próxima al Acceso Sur.
“Esto va a interferir con la vida de la gente que vive en Puente Alto y toda la gente que a diario viaja hacia o desde el Cajón, porque Rubí agregaría, según ellos, 100 camiones diarios. Nosotros calculamos que son cerca de 150 vehículos”, alertó Felipe Krall, vecino de San Alfonso y miembro del CAC, ya que el cálculo ciudadano considera los camiones de suministros, camionetas de jefaturas, buses con trabajadores, vehículos con agua y retiro de basura, entre otros.
La circulación minera ocurrirá por la ruta G-25, un camino urbano, lleno de casas, pequeño y “absolutamente saturado, al que no le cabe un camión minero más, afectando la calidad de vida de las personas y el destino turístico que es el Cajón”, advirtió Valenzuela.
No es primera vez
En 2022, luego de dos meses de tramitación del proyecto de la trasnacional Knauf, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) Metropolitano puso fin al proceso de calificación porque “carecía de información esencial, por lo que no es posible evaluar […] y la falta de dicha información esencial, además, no es susceptible de ser subsanada mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones”, fue lo determinado por la autoridad respecto al también llamado Proyecto Rubí.
Entre las razones esgrimidas por los distintos servicios del Estado, estuvo la falta de información sobre las afectaciones a especies endémicas como soldadito cordillerano, con medidas de compensación insuficientes; la no incorporación de caminos como área de influencia del impacto para la fauna; y el subreporte de especies animales y vegetales en la línea de base presentada por el estudio, así como errores de identificación.
Entre las especies afectadas por el Proyecto Rubí y que no fueron consideradas por el titular en su primer EIA se encuentra el gato andino (Leopardus jacobita). También especies crípticas o de actividad nocturna que pudieran no haber sido considerada o registradas en el área del proyecto, entre ellas el puma (Puma concolor) u otras especies de felinos andinos como el gato andino, de la cual existen registros en el sector de Farellones.
El gato andino es un felino extremadamente amenazado, actualmente en peligro de extinción, que en los últimos años ha sido registrado cada vez más al sur del altiplano, el que se pensaba era su hábitat predilecto.
Pero la fauna no es la única amenazada. Impacto sobre glaciares, vegas, especies en estado vulnerable de conservación, comunidades humanas y la inyección de cientos de camiones a la ruta G-25, son algunas de las medidas de mitigación deficientes e información presumiblemente errónea en el EIA presentado en 2022, según el SEA.
Por su parte, organizaciones locales acusan que el titular minimiza el impacto de sus operaciones sobre el valle del río Colorado, zona prioritaria para la conservación, según el Plan Regulador Metropolitano de Santiago.
Knauf: ¿Quiénes son realmente?
Luego de la mala noticia recibida en 2022 por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), cinco días después de la resolución, la empresa concitó una reunión con el ministro de Economía, Nicolás Grau, a través de la ley de lobby. En la cita estuvo presente Jorg Kampmeyer, uno de los socios principales de la firma, junto a Rupert Knauf, CEO de la compañía, explica el medio La Tercera.
De acuerdo a la plataforma de acceso al lobby, en el encuentro, la empresa dio a conocer los planes de inversión y desarrollo en el país relacionado con la producción local de materiales de construcción y cómo poder aportar en el plan de disminución del déficit habitacional actual. Días después de ese encuentro, la empresa presentó un recurso de reposición en contra de la resolución del SEA que puso término anticipado a la tramitación del proyecto por US$98 millones.
Si bien la yesera alemana opera en Chile desde 2002, anterior al Proyecto Rubí, se vieron envueltos en un caso de colusión, en las que participaron las empresas Compañía Industrial Volcán S.A., Romeral S.A. y Knauf.
El caso consistió en que a partir de dos denuncias presentadas a comienzos de 2019, la primera por un ex accionista de Industrial Novochile S.A. que imputaba una serie de prácticas exclusorias en el mercado de planchas de yeso cartón –producto usado en todo tipo de construcciones- a las empresas ya mencionadas.
Según el denunciante, las empresas habrían acordado una estrategia de precios predatorios con el objetivo de que Knauf adquiriera Novochile, para así excluirla del mercado. Antes de la adquisición del 100% del capital social de Novochile, Knauf importaba las planchas de yeso cartón desde Argentina, por lo que a través de esta adquisición consiguió su primera planta de producción de este material en Chile.
La estrategia predatoria habría consistido en una disminución progresiva de los precios a partir del mes de enero de 2014, alcanzando una reducción de 32% aproximadamente, hasta la adquisición de Novochile por Knauf en 2017. Así, una vez ejecutada la venta de Novochile, las denunciadas habrían aumentado rápidamente los precios, alcanzando valores por encima de los ofrecidos a principios de 2014. Este aumento de precios posterior habría tenido por objeto recuperar las pérdidas producto de la venta bajo costo de las denunciadas.
Con anterioridad, en marzo de 2015, el representante legal de Novochile en ese momento, presentó una denuncia ante la FNE por hechos similares a los que se señalan en las denuncias presentadas en 2019. Esta antigua denuncia le imputaba a Volcán, Romeral y Knauf una baja sostenida de precio de sus productos, dentro de otras estrategias supuestamente exclusorias. Sin embargo, esta denuncia fue archivada por la FNE, con base en la inexistencia de una posición dominante de la empresa denunciada, entre otras razones.
Hoy, que vuelven a presentar el mismo proyecto con modificaciones al mismo, se presentan como una empresa “con productos sostenibles e innovadores para fachadas, tabiques, trasdosados, techos, enlucidos o suelos que ofrecen altas prestaciones: resistencia al fuego, eficiencia energética, aislamiento acústico y térmico, libertad en el diseño, protección contra la humedad y contra los impactos y la radiación para una gran variedad de aplicaciones”, pero están mucho más envueltos en la política de lo que pareciera en solo un uso de ley de lobby.
Lo mismo habría ocurrido en Europa, en donde a Comisión Europea multó a Knauf y otras tres yeseras de Reino Unido, Alemania y Bélgica, con 478 millones de euros por haber organizado un cartel de larga duración en el mercado de las placas del yeso.
Por otro lado, de acuerdo a Ukrinform, la Agencia Nacional de Información de Ucrania, la Agencia Nacional para la Prevención de la Corrupción (NAZK) incluyó al fabricante alemán Knauf a la lista de patrocinadores internacionales de la guerra.
«Solo en 2022, uno de los mayores fabricantes de materiales de construcción del mundo, Knauf, pagó alrededor de 117 millones de dólares al presupuesto ruso. Además, la empresa alemana promueve activamente la movilización en Rusia enviando a sus empleados a la guerra contra Ucrania. Esta fue la base para que la NAZK añadiera a Knauf a la lista de patrocinadores internacionales de la guerra», menciona el comunicado.
Pero además, en 2024, una investigación reveló que Knauf y WKB Systems GmbH, empresas alemanas, colaboran con Rusia en la reconstrucción de Mariúpol, ciudad ucraniana ocupada por el gigante ruso. Es decir, que los materiales de construcción producidos por estas compañías se utilizan en las obras que se están realizando en la ciudad.
Finalmente, en proyectos similares, en 2018 comenzó la extracción de casi 42 hectáreas en Biosca, España. Allí, la empresa proyecta extraer yeso durante unos 30 años y calcula sacar 170.000 toneladas al año.
Según el alcalde, Corneli Caubet, se trata de una zona que tiene como límite el Espacio de Interés Natural (EIN) del Llobregós, una zona protegida precisamente por tener una fauna y una flora únicas como consecuencia del yeso. Caubet explicó que la iniciativa llevó más de siete años gestándose y que finalmente consiguieron todos los permisos.
Las comunidades aledañas como Sanaüja y Ribera de Urgellet en el Valle de Tost, sin embargo, se opusieron al proyecto. Biosca es un pueblo pequeño, de 186 habitantes, pero debido a los ingresos que pueden generar, se vieron atrapados por el gigante alemán.
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