Los vecinos residentes del lugar han tenido que lidiar por años con los problemas que ha generado la minera en el sector, los que en el último tiempo han escalado aún más, pues la empresa reclama terrenos y ha impuesto un cerco de forma unilateral en la zona, siendo Rodrigo Díaz uno de los más afectados.
Por Cristián Valderrama
A mediados de mayo de 2023, organizaciones sociales y ambientales del Cajón del Maipo solicitaron al Presidente Gabriel Boric el cese inmediato de las operaciones de la Compañía Industrial El Volcán, a través de la sociedad «Minera Lo Valdés Limitada», más conocida como Minera Volcanita, a través de una carta que fue entregada en la Oficina de partes de La Moneda por Juan Andrés Cáceres, miembro del Comité Ambiental Cajón del Maipo en ese entonces.
Los firmantes de la misiva enviada, entre los que se encontraba la Cámara de Turismo del Cajón del Maipo, Salvemos el Humedal Lo Valdés, Fundación CHS, el Comité Ambiental Comunal Cajón del Maipo, la Asociación Gremial de Guías Turísticos Cajón del Maipo, Queremos Tupungato, y Guardianes del Gato Andino, entre otras, denunciaron que la minera había transformado a las tranquilas comunidades cordilleranas de Los Valdés y Baños Morales en una zona de sacrificio.
Argumentaban en la misiva que las familias que allí habitan han sido obligadas a convivir con lo peor de la industria minera del país: destrucción de humedales, contaminación de glaciares, atmosférica y acústica por el chancado del yeso y tránsito de camiones de alto tonelaje día y noche, y la amenaza crítica a especies en peligro de extinción como el gato andino (Leopardus Jacobita) y el lagarto gruñidor del volcán (Pristidactylus volcanensis), especies que han sido registradas en la zona.
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A poco más de un año de la entrega de la carta en La Moneda, la situación no ha presentado cambios, y es más, lo vecinos cercanos al humedal han denunciado un hostigamiento sistemático y progresivo, ya que progresivamente la minera amplió su horario de trabajo, operando prácticamente las 24 horas, con tronaduras, chancado y camiones que circulan de domingo a sábado.
“Se escuchan verdaderos bombazos por carguío en horario de sueño de vecinos. Además el camino está en pésimo estado, sin bermas, drenaje o iluminación. Producto de esto la situación de la minera para con los vecinos se ha ido deteriorando, y esto creemos puede ser fuente de graves conflictos con la comunidad”, señala Rodrigo Díaz, residente de Lo Valdés y vecino del humedal.
Presiones y hostigamientos
Díaz es justamente uno de los residentes que más hostigamiento ha recibido por parte de la minera, según cuenta a Revista Cajón del Maipo. “El terreno donde vivo pertenece al fundo El Volcán, que no es propiedad de la minera, lo que la empresa insiste, pero hasta la fecha no han presentado ningún documento ni papeles al respecto. El dueño del fundo, Hernán Covarrubias, me dijo que no me moviera de ahí, tengo todo su apoyo. La minera en estos momentos, me tiene completamente cercado”, sostiene.
Sobre lo mismo, Díaz agrega que “no sé cuál es la verdadera intención de la minera, pues cerraron el acceso al humedal, destruyeron el cerco puesto por nosotros para poner el suyo, ¡arrasaron una zona que poco a poco se viene recuperando como parte del humedal! Todas las decisiones son unilaterales y no se considera la opinión de los vecinos directos o de la comunidad a la que afectan durante todo el año”.
Todo esta situación tienen a Díaz “aburrido”, pues dice que si en un momento se abrió a buscar una solución con la empresa, estableciendo conversaciones con el entonces nuevo encargado de la yesera, Rodrigo Castro, con quien mantuvo comunicaciones más que positivas, visitando la oficina de la faena minera, con el paso de los meses “esta conversación se cortó, y no me contestó más.
A fines de septiembre de 2022, relata Díaz, apareció un abogado señalando que es representante de la Compañía Industrial El Volcán y la yesera. Esta persona visitó a mi madre, Sandra Díaz, quien administraba el refugio de mis abuelos y le planteó que el establecimiento y uso del terreno de mi familia es ilegal, cuestión que Díaz rechaza y niega tajantemente.
Díaz cuenta que consiguió el número del jefe de la mina, pidiendo una reunión para saber lo que estaba pasando y cuál era el motivo del hostigamiento del abogado, respondiéndole que no emitirían comentarios. “Me comunicaron lo que harán sin derecho a apelar ni cambiar ninguna decisión que ya tomaron. Me informan que son los dueños de todo el territorio, desde el estero Lo Valdés, quedando la casa de mi familia cercado como una isla y el sector del proyecto de recuperación sin acceso, que cerraran todo y solo dejarán una pasada desde el terreno de mi familia al humedal y que debo sacar mis cosas”.
Todo lo sucedido llevó a los vecinos del sector a la decisión de no llevar a cabo futuros acercamientos con la empresa, emitiendo Díaz una declaración pública, en la cual da a conocer los motivos de esta negativa a dialogar con representantes de La Volcanita. “Nos parece impresentable el manejo de la situación por parte de una empresa que transa sus acciones en la bolsa de valores y tiene inversores de reconocido prestigio y experiencia en el trato de personas y clientes”, señala parte del comunicado, cerrando finalmente que los vecinos del sector “comenzaremos nuestra lucha tanto personal como de nuestras instituciones propias y asociadas a todo nivel, social, jurídico, vecinal y política”, para dar este tema por finalizado de una vez por todas.