El humedal Lo Valdés, ubicado en el sector el Volcán del Cajón del Maipo, víctima de la devastación causada por la actividad minera, ha despertado la preocupación de organizaciones sociales y ambientales. En un gesto de protesta, representantes de estas organizaciones de la zona se congregaron frente al Palacio de La Moneda para entregar una carta exigiendo la revisión del permiso de la minera para poder funcionar. En respuesta, el Presidente Gabriel Boric recibió la misiva y lo derivaron al gabinete del Ministerio de Minería.
Por Francisca Inostroza Núñez
En la imponente cadena montañosa de los Andes, se encuentra un humedal que ha sido testigo de la devastación provocada por la actividad minera en la región. Este humedal, anteriormente un oasis de vida y biodiversidad, ha sufrido un deterioro considerable debido a la presencia de una minera en sus cercanías.
El humedal, situado en el sector el Volcán, solía ser un ecosistema con una amplia variedad de flora y fauna. Con la aprobación de la Ley de Humedales Urbanos en 2022, este humedal quedó a un paso de quedar protegido. Allí, sin embargo, la maquinaria pesada utilizada en la extracción de minerales ha tenido un impacto devastador en los ecosistemas y el medioambiente, causando daños significativos a la biodiversidad y la salud de los ecosistemas naturales, dejando a su paso montones de escombros y polvo que se dispersa por el viento. La minera, conocida como “Volcanita” del Grupo Matte, consiguió el permiso que incumple las medidas de protección a los humedales.
“En 2020, se hizo un catastro de humedales a nivel nacional y se registró lo que queda de este humedal. Quedó a un paso de ser declarado humedal urbano y así tener la protección legal correspondiente”, comenta Juan Andrés Cáceres, de la organización Humedales del Cajón del Maipo. “Cuando la minera intervino el humedal, rellenó varios metros cuadrados y colocó un cerco arrancando gran parte de la biodiversidad del humedal, algo que, a la espera de ser declarado humedal urbano, no debería ocurrir”.
La destrucción del humedal como resultado de la actividad minera genera serias preocupaciones ambientales y socioeconómicas. La pérdida de biodiversidad y el deterioro del ecosistema no solo afectan a la flora y fauna local, sino que también impactan en las comunidades que dependen de los recursos naturales y servicios ecosistémicos que brinda el humedal.
El humedal
Desde el 2019, la organización Humedales Cajón del Maipo ha estado trabajando en el desarrollo de registros del humedal y su conservación en conjunto al trabajo del ministerio del Medioambiente. Debido a la constante destrucción de los humedales, el pasado 15 de mayo llegaron diferentes organizaciones medioambientales y comunidades del sector a entregar una carta al Presidente Gabriel Boric.
“Lo que estamos exigiendo es que se derogue el decreto de autorización de las faenas mientras dentro del fundo. Hay incumplimientos graves a las listas de protección que están siendo pasadas por alto”.
De los puntos de la carta, se menciona que las operaciones de la minera del Grupo Matte ponen en peligro a especies en categoría de conservación, sobre las cuales no se conoce ningún plan de protección de parte de la empresa para garantizar su sobrevivencia. La más amenazada de todas es el gato andino (Leopardus jacobita), el felino más amenazado de América y del cual se estima que quedan menos de 500 ejemplares en el país. También, otras especies como el lagarto gruñidor del volcán, que solo vive en un par de valles andinos de la parte alta de la cuenca del Maipo en la Región Metropolitana.
A estas especies icónicas se suman otras que habitan justamente en la zona de explotación como el cóndor y el puma, que junto al guanaco conforman una tríada insustituible a lo largo de todos los Andes desde Perú, Bolivia, Argentina y Chile.
Además, la empresa minera ha incurrido en una serie de incumplimientos medioambientales preocupantes expuestos en la carta. Estos incluyen la falta de acondicionamiento de los caminos de acceso para minimizar las emisiones de partículas, la falta de mantenimiento húmedo en sectores críticos, la violación de la velocidad límite de circulación, la ausencia de medidas de mitigación para el polvo fugitivo, la extracción de flora y fauna, y el hecho de que circulen a pesar de la prohibición de circular.
Por otro lado, se ha incumplido con la plantación de cortinas arbóreas, la implementación de medidas de mitigación para especies en estado de conservación, la cobertura de carga de los camiones y la operación no autorizada de maquinaria generando ruido y polvo adicional. Estos incumplimientos representan un serio riesgo para el medio ambiente y la salud de las personas.
En relación con los preocupantes reclamos de protección al humedal que está sufriendo graves daños debido a las actividades mineras, hasta el momento la municipalidad no ha proporcionado una respuesta clara y definitiva. A pesar de los persistentes llamados de la comunidad y de las organizaciones ambientales para abordar esta situación crítica, la falta de una postura firme por parte de las autoridades municipales ha dejado en incertidumbre el destino de este valioso ecosistema.
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