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Gobierno de Santiago y WCS:
Avanzan con propuesta de planificación para la conservación y uso sustentable para los Valles de Río Colorado y Olivares

Gobierno de Santiago y WCS:
Avanzan con propuesta de planificación para la conservación y uso sustentable para los Valles de Río Colorado y Olivares

Un nuevo esfuerzo de conservación está en marcha para proteger los valles de Río Colorado y Olivares en el Cajón del Maipo, dos áreas caracterizadas por la cultura arriera y cruciales para la biodiversidad y el suministro de agua en la Región Metropolitana de Chile. El estudio, liderado por Wildlife Conservation Society (WCS) y el Gobierno Regional de Santiago, busca desarrollar un plan integral que promueva el desarrollo sostenible y una participación activa de las comunidades locales.

Por Francisca Inostroza

Cuando el frío comienza a caer en las blancas montañas del Cajón del Maipo, Esther Garrido (60), encamina a sus cabras cada día por el sector de El Alfalfal. Muchas veces, llega hasta el estero Cabeza de León, donde encuentra sereno refugio a los pies de los Andes.

Allí, Garrido respira tranquilidad y aire limpio, toma fotografías y espera que las cabras se alimenten para luego devolverlas a su hogar.

Dueña de un hostal que lleva su nombre y el que atiende hace casi una década,  Garrido es ganadera del sector. Cada día, el trabajo en el hostal comienza con el aseo del lugar tras la partida de los huéspedes – quienes son principalmente trabajadores de Strabag y Aes Gener del Proyecto Alto Maipo-.

La vida en la montaña requiere un delicado equilibrio entre producción y conservación. Esther Garrido comenta que “en la comunidad ganadera de El Alfalfal aplicamos prácticas de manejo holístico para evitar la sobreexplotación del pasto y regenerar el terreno, un enfoque que se alinea con la ganadería regenerativa y que surgió tras años de sequía”.

Es por eso que Garrido destaca la importancia del manejo adecuado de los animales para la regeneración del pasto y la preservación del equilibrio ecológico, subrayando el papel crucial de los ganaderos en el Cajón del Maipo, pero además de la necesidad de un orden turístico y medioambiental de la zona.

Estudio WCS para Río Colorado y Olivares

Los cajones de los ríos Colorado y Olivares, se erigen como el último gran terreno de propiedad estatal en la Región Metropolitana. Este espacio no solo es significativo por su extensión, sino también porque alberga ecosistemas de montaña que desempeñan un papel vital en la provisión de servicios ecosistémicos para los más de 8 millones de habitantes de  la cuenca del Maipo, es decir la totalidad de la RM; las provincia de San Antonio y Valparaíso y la provincia del Cachapoal, en la Región de O’Higgins.

La importancia de esta cuenca no solo radica en su papel esencial en el suministro de agua potable, sino también en su influencia sobre la productividad y los ecosistemas locales. «Sin agua, no podemos vivir», subraya Mauricio Fabry, jefe del departamento de Medioambiente, Biodiversidad y Acción Climática del Gobierno de Santiago, a cargo del estudio del predio Río Colorado, resaltando la urgencia de proteger esta valiosa fuente.

El cambio climático y el aumento de la demanda han puesto a prueba la resiliencia de ciudades con climas mediterráneos similares al de Santiago. «No solo debemos garantizar el agua para consumo humano, sino también para mantener la productividad y los ecosistemas que dependen de ella”, explica Fabry.

Este territorio es parte de un “punto caliente” o hotspot mundial de biodiversidad, característico de la zona central de Chile, pero menos del 5% de su superficie está resguardada bajo el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, a pesar de ser una zona que concentra un alto endemismo de especies, es decir, que solo existen en esta parte del planeta.

La prominencia de la cordillera de los Andes en la geografía metropolitana y el creciente interés por las actividades al aire libre en la región enfrentan un claro déficit de accesos formales y seguros a la montaña,  situación que requiere una gestión adecuada que garantice la protección de estos ecosistemas únicos y los servicios que brindan.

A pesar de que se han realizado algunos estudios sobre el predio Río Olivares-Río Colorado, aún persiste una falta de información en aspectos que son fundamentales para avanzar en la planificación y el ordenamiento del territorio de manera sustentable. En respuesta a estos desafíos, el Gobierno de Santiago, liderado por el gobernador Claudio Orrego, ha identificado la protección de la cuenca del río Maipo como una prioridad.

«Estamos comprometidos en convertir esta zona de montaña en un modelo de sostenibilidad, apostando por un desarrollo alternativo al extractivismo, como la minería, y promoviendo el turismo sustentable”, explica Fabry sobre el interés del gobierno de Santiago para ofrecer nuevas oportunidades de desarrollo económico que resguarden y restauren el medio ambiente.

En este contexto, Wildlife Conservation Society (WCS)  ha planteado varios objetivos con el fin de contribuir a la gestión adecuada del predio y la protección de su biodiversidad y servicios ecosistémicos realizando el estudio Análisis y diagnóstico para una planificación sustentable del predio fiscal Río Colorado y Río Olivares.

Claudia Silva, coordinadora del equipo de Estrategias de Conservación, explica que buscan que este predio pueda abrirse a ser un espacio de recreación, turismo, y desarrollo de la educación y la ciencia: «queremos ser muy concretos en cuanto a qué figuras de protección y qué infraestructura sería necesaria y los costos asociados,» explica Silva.

El esfuerzo incluye el estudio y la planificación para determinar la mejor manera de proteger esta área. «El objetivo es proporcionar todas las certezas posibles para que el Gobierno Nacional pueda declarar una gran reserva nacional o una figura de conservación similar”, menciona Fabry.

Este proceso, que empezó en febrero de 2024, se estructurará en varias etapas clave que garantizarán un enfoque integral y participativo. La primera etapa se centrará principalmente en la gobernanza y caracterización social, con varias entrevistas y talleres para los vecinos del sector, mientras que la segunda, en la planificación y organización de la información.

«Es crucial trabajar en conjunto con las comunidades locales,» comenta Gabriela Silva, coordinadora social del proyecto. «Ellos son quienes conocen mejor el lugar, y su involucramiento garantiza que las decisiones reflejen sus necesidades y preocupaciones.» Además, explica que sin este compromiso, las iniciativas de conservación pueden fallar al no considerar el contexto y las realidades locales.

Silva menciona que “nos pareció interesante la propuesta de protección. Sin embargo, el acceso a recursos locales vitales para las personas, como el agua y el derecho a la tierra, no están cubiertos por la normativa actual y enfrentan vulnerabilidad jurídica. Es crucial asegurar que las medidas de protección ambiental no perjudiquen el bienestar de las comunidades.”

«La participación ha sido alta y entusiasta,» señala la coordinadora, aunque también se ha encontrado una gran desconfianza, alimentada por experiencias pasadas como la Reforma (1962 -1973) y Contrarreforma (1973-1985) Agraria. «Es fundamental comprender esta desconfianza y construir una relación de confianza genuina,» añade Silva.

En los talleres, se han discutido temas críticos, como el posible impacto de un área protegida en el uso tradicional del terreno y las preocupaciones sobre el turismo masivo. «Hemos detectado un fuerte apego al espacio natural y una preocupación por cómo se gestionará el turismo», revela el equipo. La comunidad quiere asegurar que cualquier cambio no comprometa la calidad del entorno y el modo de vida arriero y criancero.

Las encuestas han revelado problemas específicos, como ataques de puma y efectos del cambio climático. «Estos datos son cruciales para desarrollar un plan de manejo que no solo proteja la biodiversidad, sino que también aborde las preocupaciones y necesidades locales», explica Silva.

En cuanto al turismo, Esther Garrido sostiene que debe ser controlado, ordenado y respetuoso con el entorno y sus comunidades para evitar problemas y peligros, especialmente en las áreas montañosas. Aunque el turismo en El Alfalfal es limitado en comparación con otras áreas del Cajón del Maipo, la propuesta de generar un plan de manejo por parte de WCS, ha sido bien recibida.

La segunda parte se enfocará en desarrollar un Plan Maestro con un diagnóstico para el uso público del territorio. En paralelo, se elaborará un Plan de Manejo con directrices para la conservación del área.

«Nuestro objetivo es que la comunidad se convierta en un pilar fundamental en la conservación, en guardianes del territorio» concluye Gabriela Silva.

El objetivo final es asegurar que esta gran área sea protegida de manera efectiva. «Actualmente, solo tenemos un parque nacional en la región metropolitana, y esta iniciativa podría aumentar significativamente la superficie protegida,» añade el jefe del departamento de Medioambiente del Gobierno Regional. «Estamos buscando elevar nuestro estándar de conservación a nivel nacional e internacional.»

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