Deporte,  Naturaleza

Revelan los Secretos de la Fotografía de Montaña

Relato experimentado fotógrafo Carlos Guevara, pasión por la fotografía y la montaña.

Texto y fotografía: Carlos Guevara Vivanco

Carlos Guevara Vivanco es Ingeniero Civil en Computación y MBA Finanzas de la Universidad de
Chile. Además es un experimentado andinista y fotógrafo profesional especializado en Naturaleza y Paisajes. Sus trabajos le han hecho obtener reconocimiento internacional. En mayo de este año participará en Cafayate Foto Fest 2020 y dos sus fotos fueron incluidas en la agenda con la que National Geopraphic conmemora los 500 años del descubrimiento del Estrecho de Magallanes. Sus proyectos fotográficos incluyen expediciones en todo Chile. Fundador de Arte & Luz con 30 años de docencia universitaria. Además, estuvo a cargo del programa Natphoto Montaña de la empresa Natphoto, entre los años 2014-2018.

Mis primeros pasos en los cerros se remontan a mis 12 años, primero en la Cordillera de la Costa en mi ciudad natal, San Fernando, y luego a la gran cordillera de los Andes. Especialmente durante los primeros años hice muchas cumbres, en particular volcanes, después a medida que mis responsabilidades aumentaban y mi tiempo se hacía más escaso comencé a desarrollar otra relación con la montaña, siempre es atractivo lograr una cumbre, pero me dediqué más a disfrutar de la vida como montañista, estando en la montaña todas las veces que pudiera, sin que ello necesariamente significara hacer una cumbre.

El año 1981 llegué a estudiar a Santiago y en definitiva me quedé a vivir acá, así que mis salidas más recurrentes han sido a nuestro maravilloso Cajón del Maipo, en toda época, siendo mis favoritas invierno y primavera. Cuando el acceso vehícular no era tan expedito como hoy, existía menor cantidad de personas que visitaban el Cajón del Maipo, pero dependiendo del día y hora, siempre ha existido congestión vehícular, hoy el flujo de visitantes se ha incrementado exponencialmente, lo cual trae consigo una mayor congestión, sobre todo los fines de semana, y también trae el gran problema de la basura. Hoy cuando me arranco para allá trato de salir lo más temprano posible y volver muy tarde.

Valle la Engorda

Otro gran impacto y casi merecedor de un artículo dedicado completamente, es el cambio que han experimentado los valles del Arenas y Engorda (lugar intervenido por Alto Maipo), los visito con regularidad, pero es inevitable que no provoquen que el corazón se comprima un poco. Durante el año hago bastantes caminatas al Cajón del Maipo y además intento por lo menos acampar en nieve una vez al año. El Valle de la Engorda en invierno me parece un lugar fabuloso, he acampado en nieve allá y generalmente me gusta visitarlo en invierno o comienzos de primavera. Otro lugar que me fascina es el Glaciar de Nieves Negras, pared sur del volcán San José. Desde el Valle del Arenas, otro de mis lugares favoritos es la Laguna de Rubillas, una subida exigente, pero corta y con una vista absolutamente fenomenal. Otro lugar que no me pierdo por lo menos una vez al año es Morro Bayo en invierno, subiendo desde Lagunillas. También Valle Casa de Piedra, cuando uno se interna hacia el Embalse el Yeso, un lugar que me gusta mucho en primavera. Siempre he estado convencido de que la montaña se disfruta más cuando uno se prepara para ella, tanto físicamente como emocionalmente, es por esto que intento estar lo mejor preparado posible físicamente para seguir visitándola y disfrutarla.

El Morado, Cajón del Maipo.

Emocionalmente he estado conectado a ella desde mis 12 años, se me hace más natural. Durante mi vida la montaña ha jugado para mi un rol fundamental, he vivido como un montañista, no como aquel que acumula y acumula cumbres como trofeos, sino que en directa comunión con ella, disfrutándola en la soledad, el silencio, el frío y el calor. La montaña fue testigo de mis primeras andanzas… andanzas que fueron mi fiesta de adolescente, andanzas por los parajes del silencio, del viento frío que cala hondo, andanzas por glaciares, por pasos de penitentes y lenguas de hielo, andanzas bajo los cielos plagados de estrellas, por pendientes interminables que disminuyen las fuerzas, pero aumentan el temple… andanzas… por las montañas… las montañas de mi vida.

Vista a Volcanes desde Alto Laguna Rubillas, Cajón del Maipo

Para mí a la larga vivir como montañista ha significado superar mis cumbres interiores a través del camino de las montañas y en los últimos años he intentado a través de mi trabajo fotográfico, transmitir esta pasión, de transmitir la importancia de mantener las limpias, de transmitir lo que yo he sentido por ellas. La fotografía ha sido una pasión que me ha acompañado en forma simultánea a mi vida en montaña, ya en mis primeras salidas llevaba una pequeña camarita de rollo, no he parado de estudiar y hoy a pesar de que siento que aún me queda un largo camino, he podido desarrollarme mucho en el ámbito de la fotografía y en particular la fotografía de paisajes y montaña. Hoy uso cámaras digitales de rango profesional y tengo lentes que cubren desde los 14 mm hasta los 500 mm. He estudiado mucho también de edición y hoy mi principal rama de estudio está orientada al campo más artístico. Creo que el equipo en fotografía siempre es muy importante, pero mucho más lo es saber comunicar, componer una imagen, conocer el lenguaje visual. Uno debe dominar la técnica y la cámara casi como una extensión de su cuerpo, cuando uno deja de sentir el equipo y la técnica como una preocupación, comienza el camino del arte. Para las personas que se están iniciando en fotografía, en particular en paisajes, les recomiendo partir con una cámara sencilla, pero conocerla a fondo, sus límites, dominarla. Como lente para paisajes recomiendo algo en el rango 24-70 mm. El resto es componer bien cada imagen, tomarse el tiempo necesario, ser muy cuidadoso con cada elemento que se desea incluir en el cuadro, idealmente cada imagen debe tener un protagonista y el resto de los elementos deben estar al servicio de este protagonista, usar las diferentes técnicas que hoy día nos entrega el mundo digital, ser creativos y no ponerse límites, pero sobre todo estudiar mucho. Para mí la montaña ha sido parte de mi vida y fotografiarla es conversar con ella, entenderla y transmitirla.

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