El primer domingo de cada mes, desde hace cinco meses, se pueden ver en distintas zonas de la ribera de los ríos Maipo, Yeso, Volcán y Colorado, grupos de personas en cuclillas inclinadas frente a los ríos. En una actitud casi reverencial, pero también cuidando no resbalar en alguna roca, sostienen con pulso de hierro algunos instrumentos y meten sus manos en las gélidas aguas que bajan de la Cordillera de Los Andes.