El río Maipo está explotado a lo largo de todo su recorrido: en la cordillera, donde nacen las aguas que alimentan a la mitad de la sociedad chilena, sus afluentes fueron entubados; en su desembocadura, un proyecto de megapuerto podría transformar su morfología; entre ambos puntos, la extracción de áridos, el sobreotorgamiento de derechos de agua y la contaminación, generan un escenario alarmante. No parece que esto sea sostenible en el tiempo para la región más habitada del país.