“Un día quería adornar mi casa con alguna cabeza de ciervo, ya que siempre me ha atraído la belleza de esos animales, y no quería algo que fuera real, y busqué alguien que vendiera en madera o yeso, pero los precios no estaban a mi alcance, entonces tenía un tronco de mi padre y él me facilitó una motosierra, ahí comenzó todo y realicé mi primer tallado, algo muy rústico, pero a mi madre le gustó, mi familia me incentivó a que hiciera más cosas, ya que ellos creían que tenía talento y así empezó todo.”