utilizados en la construcción de edificios, carreteras, puentes, represas, etcétera. Es una actividad lucrativa con alta demanda -relacionada con la expansión de las ciudades y las obras viales anexas-, incentivada por altos retornos económicos, lo que ha resultado en que los municipios, con tal de percibir el pago de las patentes, muchas veces entregan las autorizaciones sin reparar en las consecuencias negativas de la actividad. En torno al sector se han conocido bullados casos de corrupción.